Una vez más, demostramos lo influenciados que estamos por los medios de comunicación y lo felices que somos tomándonos nuestra dosis mensual o, en ocasiones, anual, de dignidad. Con alzar la voz un par de veces al año y echarnos las manos a la cabeza con fingida cara horrorizada otras tantas, vamos que nos matamos.

Recientemente salió en la prensa, probablemente informada por Amnistía Internacional, la inminente ejecución por lapidación de una mujer en Irán que, según dice el gobierno Iraní, (que tiene cojones que se preocupen de cuernos mientras que, por otro lado, la lían parda con todo ese rollo del tratamiento de uranio enriquecido) cometió adulterio.

Tras conocerse la noticia, la gente empezó a mover la lengua en los foros y corrillos vecinales, por la gran injusticia que esto representa, preguntándose cómo puede haber personas capaces de tal atrocidad.

Poco después, el gobierno iraní rectificó y decidió que, en vez de lapidada, la mujer sería ahorcada...¡qué considerados estos iraníes!

No obstante, no escribo esto (al contrario que la gran mayoría de la población) para decir que salvajes son estos iraníes o para exclamar vanos "¡hay que hacer algo!" y demás, no. Yo lo que pretendo es hacer ver lo 'inteligentes' que podemos llegar a ser a veces.

Al igual que la mujer iraní, otras tantísimas (tal cual de ancho es el mundo musulmán) están en la misma situación y otras tantas ya han sido ajusticiadas...¡Pero da igual, aquí la única que importa es la que hay ahora y que se ha hecho eco la prensa internacional! A las demás que les den morcilla, que se hubieran buscado la vida para salir en TV, igual así se habrían salvado; no pusieron suficiente de su parte.

Esto es como cuando le echamos 50 cents. a un mendigo en la calle, y ya nos vamos contentos y satisfechos pensando que hemos realizado una buena obra y hemos salvado el mundo.

Y luego están los temas tipo Corea del Norte. Sabemos algo de la situación que allí se vive gracias a que han jugado el Mundial, que si no aún seguiríamos en la más absoluta ignorancia.

Parte de mi crítica es hacia esta sociedad que no mira más allá de sus narices y la otra parte es hacia los medios de comunicación, que deberían ejercer esa labor de defensores de los derechos humanos y de denunciantes de las injusticias más a menudo y no sólo un par de veces al año para lavar las conciencias de la gente que, uniéndose al rebaño, claman a favor de los derechos humanos y de la libertad. Hipocresías las justas, por favor, que las cosas están como están porque los países con más medios no hacen nada y los únicos capaces de hacer que estos países se muevan son sus propios ciudadanos...no habrá jefes de gobierno de cualquier país que se atrevan contra muchedumbres furiosas sedientas de sangre.

El grupo gaditano Saurom sacó recientemente su nuevo trabajo, Maryam, disco que todos los seguidores de Saurom esperábamos con mucha ilusión.

Empezaron sacando una canción del disco unos meses antes de sacar el propio disco. La canción, llamada Irae Dei, me pareció un buen tema, pero me dejó un tanto asustado ante lo que estaba por venir porque, independientemente de que el disco sea malo o bueno, Saurom tenía una identidad, un estilo marcado, y cuando escuché por primera vez Maryam entero, mis peores sospechas se vieron confirmadas...Saurom ha dejado de lado el estilo que les llevó ha realizar trabajos como JuglarMetal o Legado de Juglares, obras maestras del género.

Maryam tiene un toque casi black, no sabría explicarlo, pero el anterior estilo...llamémoslo de juglares...más folk, ha sido suprimido por algo mucho más común en el metal de hoy en día.

Soy un gran seguidor de Saurom, y también lo era cuando se llamaban Saurom Lamderth y solo eran seguidos por un puñado de gente...pero este disco...no.

Esto es lo que escribió recientemente el famoso escritor cartagenero:

Nunca antes me había fijado en la cantidad de parejas homosexuales que se ven paseando por Venecia. Los encuentras caminado por los puentes, a la orilla de los canales, cenando en los pequeños restaurantes del casco viejo. No suele tratarse de dúos espectaculares, sino todo lo contrario: gente discreta, tranquila, a menudo con aspecto educado. Mirando a los demás aprendes cantidad de cosas, y en el caso de estas parejas siempre me encanta sorprender sus gestos comedidos de confianza o afecto, el reparto convencional de roles que suele darse entre uno y otro, la ternura contenida que a menudo sientes flotar entre ellos, en su inmovilidad, en sus silencios.

Pensaba en todo eso el otro día, a bordo del vaporetto que cubre el trayecto de San Marcos al Lido. Sobre la laguna soplaba un viento helado, los pasajeros íbamos encogidos de frío, y en un banco de la embarcación había una pareja, hombre y hombre, cuarentones, tranquilos. Se sentaban muy juntos, apoyado discretamente un hombro en el del compañero, en un intento de darse calor. Iban quietos y callados, mirando el agua verdegris y el cielo color ceniza. Y en un momento determinado, cuando el barco hizo un movimiento y la luz y la gama de grises del paisaje se combinaron de pronto con extraordinaria belleza, los ví cambiar una sonrisa rápida, fugaz, parecida a un beso o una caricia.

Parecían felices. Dos tipos con suerte, pensé. Aunque sea dentro de lo que cabe. Porque viéndolos allí, en aquella tarde glacial, a bordo del vaporetto que los llevaba a través de la laguna de esa ciudad cosmopolita, tolerante y sabia, pensé cuántas horas amargas no estarían siendo vengadas en ese momento por aquella sonrisa. Largas adoslescencias dando vueltas por los parques o los cines para descubrir el sexo, mientras otros jóvenes se enamoraban, escribían poemas o bailaban abrazados en las fiestas del Instituto. Noches de echarse a la calle soñando con un príncipe azul de la misma edad, para volver de madrugada, hechos una mierda, llenos de asco y de soledad. La imposibilidad de decirle a un hombre que tiene los ojos bonitos, o una hermosa voz, porque, en vez de dar las gracias o sonreír, lo más probable es que le parta a uno la cara. Y cuando apetece salir, conocer, hablar, enamorarse o lo que sea, en vez de un café o un bar, verse condenado de por vida a los locales de ambiente, las madrugadas entre cuerpos Danone empastillados, reinonas escandalosas y drag queens de vía estrecha. Salvo que alguno -muchos- lo tenga mal asumido y se autoconfine a la alternativa cutre de la sauna, la sala X, la revista de contactos y la sordidez del urinario público.

A veces pienso en lo afortunado, o lo sólido, o lo entero, que debe de ser un homosexual que consigue llegar a los cuarenta sin odiar desaforadamente a esta sociedad hipócrita, obsesionada por averiguar, juzgar y condenar con quién se mete, o no se mete, en la cama. Envidio la ecuanimidad, la sangre fría, de quien puede mantenerse sereno y seguir viviendo como si tal cosa, sin rencor, a lo suyo, en vez de echarse a la calle a volarle los huevos a la gente que por activa o por pasiva ha destrozado su vida, y sigue destrozando la de los chicos de catorce o quince años que a diario, todavía hoy, siguen teniéndolo igual que él lo tuvo: las mismas angustias, los mismos chistes de maricones en la tele, el mismo desprecio alrededor, la misma soledad y la misma amargura. Envidio la lucidez y la calma de quienes, a pesar de todo, se mantienen fieles a sí mismos, sin estridencias pero también sin complejos, seres humanos por encima de todo. Gente que en tiempos como éstos, cuando todo el mundo, partidos, comunidades, grupos sociales, reivindica sus correspondientes deudas históricas, podría argumentar, con más derecho que muchos, la deuda impagada de tantos años de adolescencia perdidos, tantos golpes y vejaciones sufridas sin haber cometido jamás delito alguno, tanta rechifla y tanta afrenta grosera infligida por gentuza que, no ya en lo intelectual, sino en lo puramente humano, se encuentra a un nivel abyecto, muy por debajo del suyo. Pensaba en todo eso mientras el barquito cruzaba la laguna y la pareja se mantenía inmóvil, el uno contra el otro, hombro con hombro. Y antes de volver a lo mío y olvidarlos, me pregunté cuantos fantasmas atormentados, cuántas infelices almas errantes no habrían dado cualquier cosa, incluso la vida, por estar en su lugar. Por estar allí, en Venecia, dándose calor en aquella fría tarde de sus vidas.

Mi opinión al respecto es que ellos mismos son los que se están jodiendo día tras día.

Se que suena un poco fuerte decirlo, pero es lo que pienso y es lo que veo. Una nueva "forma de vida" digamos (se que la homosexualidad es más antigual que el sol), pero me refiero a lo que es hacer vida normal de pareja sin que nadie se eche las manos a la cabeza, no puede empezar con extravagancias tan grandes como las Drag Queen esas, las locas, las reinonas que, siendo todo lo tolerante que se puede ser, me parecen gentuza con todas las palabras.

Dos enamorados que no llamen la atención, como estos que ha descrito Reverte me parecen de lo más normal y sano, al igual que las parejas hombre-mujer, pero los escandalosos estos que intentan aparentar lo que no son, y al final acaban consiguiendo una personalidad anormal y extraña...eso es totalmente antinatural e insano, y son los que hacen daño a los homosexuales que, al igual que la gente sensata, solo quieren vivir su amor de forma normal y sincera, sin molestar a nadie, sin llamar la atención de todo el que los rodea a 5 kilometros a la redonda.

No obstante, bien por Reverte, son pequeños pasos que al final servirán de algo.

Al fin, la buena de Aminatou fue devuelta a El Aaiún, tras pasar 32 días en huelga de hambre en Lanzarote.

Como muchos recordaréis, Aminatou inició una huelga de hambre debido a que las autoridades marroquíes no le permitían volver debido a que aseguraban que no pertenecía a Marruecos.

Desde el momento en que la activista comenzó su huelga de hambre, las autoridades españolas comenzarón las conversaciones con Marruecos para intentar solucionar el asunto pero, ya sabe, las cosas de Palacio van despacio, y no se llegaba a un acuerdo. Incluso se pidió la mediación de los EE.UU en el asunto...pero, ciertamente, ellos no pintaban nada en este asunto.

Por fin Marruecos cedió, y Aminatou dejó su huelga de hambre para volver a El Aaiún con su familia.

Ahora bien...¿alguien tiene la culpa de esto? No hay culpas, solo resposabilidades y falta de sentido común...principalmente por parte de Aminatou.

Todos recodaréis la famosa huelga de hambre por parte del bueno de De Juana Chaos, que no comió nada hasta que el gobierno no accedió a sus reivindicaciones. Pues nada, parecer ser que en este país, si quieres conseguir algo, jugar con tu propia vida es efectivo.

Pero no es solo jugar con tu propia vida, es manipular la humanidad de las personas, la buena voluntad que estas puedan tener para conseguir tus objetivos, y mucho peor si esos objetivos son políticos. No digo con esto que Marruecos no tenga culpa de nada, pero todas estas personas que ponen en juego su vida, no ya para luchar por un ideal, estilo las guerras medievales del pasado...no, esto es lo más bajo que puede hacer una persona, que es recurrir, vuelvo a repetir, a la buena voluntad de las personas, cuando el sufrimiento es voluntario, cuando hay miles de personas que pasan hambre porque no tienen más cojones que pasarla.

Aminatou, me alegro de que hayas vuelto con tu familia, pero chicha, que bajos has caido.

Qué bonitos son los sueños de los estudiantes, esos sueños en los que acabas la facultad y entras a trabajar en un buen trabajo, con un buen sueldo, con un buen jefe (o jefa), que te da mucho espacio para maniobrar en los asuntos del trabajo y todo es felicidad.

Y los sueños, sueños son. Aunque hay mucha gente que no lo ve así, empezando, desde mi propia experiencia, por profesores que opinan que luchando siempre, plantando cara a los jefes y compañeros de trabajo para evitar que te pisoteen, alcanzarás la libertad y la autorrealización en tu vida profesional, llegando a ser algo grande, tu propio jefe...y estoy de acuerdo en lo de que haciendo todas esas cosas llegarás a ser tu propio jefe...si, en el paro.

A mucha gente le parece que este mundo es multicolor, en el que el negro no aparece.
Que un profesor, nos diga que, dada su experiencia en la vida sabe mejor que un proyecto de periodista que si te revelas y plantas cara siempre conseguirás lo que te propongas...un abogado nos dijo esto, un abogado que no tiene otro jefe que sus clientes con los que, si no se siente a gusto, puede dejarlos...no cobra, pero por lo menos no es despedido...y qué seguridad da eso.

En el mundo del periodismo, primero, tienes que ser muy bueno, y si no lo estás demostrando durante muchos años, de nada sirve. Llegar el primer día al trabajo con tus leyes y tus ideales, dispuesto a defenderlos hasta la muerte, no sirve sino para acabar en las colas del INEM. A todos nos gustaría que no fuese así, desde luego, pero en este mundo, que a mi parecer, es de un negro que asusta, o tragas o te tragan.

Pues nada, parece ser que aún hay idealistas que no se han pegado las suficientes hostias antes de darse cuenta de que son unas marionetas dirigidas por personas que solo piensan en sus propios intereses, y que como se atrevan a romper las cuerdas que les dirigen, acabarán en la basura.

No quiero decir con esto que a lo largo de toda nuestra vida vayamos a tener que estar como esclavos, pero que tenemos que hacernos a la idea, y cuanto antes lo hagamos mejor, que vamos a tener que tragar muchísimo, seremos humillados, seremos dirigidos como personajes de videojuegos, y acaso a veces acabaremos con el agua al cuello, pero ese es nuestro futuro, así está diseñado este sistema social y esta vida.

Y todo aquel que no lo vea así, es que es ciego y sordo, y no conoce la situación social en la que nos encontramos. Es hora de despertar y prepararse para lo que está por venir.

Llega uno de los partidos más esperados por todos los amantes del fútbol en todo el mundo, el clásico de los clásicos en el sentido de que es probablemente el partido donde se ve más calidad futbolística, no me refiero a la rivalidad...hay mil partidos con más rivalidad que ese, pero bueno, al tema.

Hasta ayer, día en el que se enfrentaron Barça e Inter en el Camp Nou, y el Barça pasó por encima del equipo italiano sin muchos problemas, el Real Madrid era probablemente el favorito. No por buen juego, sino por resultados. El Barça está haciendo un juego muy bueno (yo diría que no al nivel de la pasada temporada, pero aún así, mejor que casi cualquier equipo), pero en el fútbol lo que importan son los resultados, y si el Barça no fue capaz de ganar en los últimos partidos ni a Athletic de Bilbao ni a Osasuna, ambos equipos muy por debajo de su nivel, pues es que algo no funciona. Pero bueno, ayer acalló bastantes bocas al jugar, sin Messi ni Ibrahimovic, y ganar sin problemas al Inter con un excepcional Iniesta y un Pedro que está que se sale.

Veremos a ver esta noche que juego exhibe el Real Madrid ante el Zurich. Del partido de esta noche saldrá el principal favorito por los medios para el clásico. Si el equipo blanco gana, pero no convence, sin duda el favorito será el Barça, pero si el Real Madrid golea con un juego fluido y alegre, el Madrid será el favorito en todas las casas de apuestas y en casi todos los medios de comunicación.

No obstante, muy importante es el factor campo, y el Barça en el Camp Nou es un equipo casi invencible, pero no le visita cualquier equipo, le visita un Real Madrid con la obligación de empezar a justificar la millonada que se ha gastado en fichajes este verano.

No veo claro un ganador para este partido pero, visto lo visto, apostaría por un empate o victoria azulgrana, pero ni mucho menos con una exhibición como la de la pasada temporada en el Bernabeu.

El sábado 14 de Noviembre se celebró el primer Panocho Rock Festiva en el recinto Murcia Parque, en Murcia.

Como principal grupo del cartel fueron los gaditanos Saurom, y los demás grupos que completaron el festival fueron: Antagonía, Fran Soler, Wyrdamur, Black Ocean, Jaime y los culofinos, Nauglir, Cuero Negro, Evilution, The 4 Sakes, Mensaje Subliminal, NHEIS y Bandikut. Todos grupos murcianos salvo Fran Soler (madrileños) y, por supuesto, Saurom, de Cádiz.

El festival empezó a las 12:00 con la actuación de Mensaje Subliminal, al que siguieron otros grupos, la gran mayoría tocaban con un estilo cercano al Viking Metal, e incluso al Death Metal, como es el caso de Nauglir.

El Festival se desarrolló con normalidad aunque con escaso público, no más de 40-50 personas durante el día.

La mayoría de los grupos fueron demasiado primarios, sin un estilo depurado propio,  con la excepción de un grupo, el de Fran Soler, que causó sensación con su forma de tocar la guitarra eléctrica, un verdadero placer para los sentidos.

Cuando llegó la noche, de repente se apagaron las luces, y salieron al escenario un grupo de personas ataviadas con togas negras, ocultando sus rostros…eran Wyrdamur, que iban disfrazados de elfos, llevando bombos y gaitas. Tocaron canciones medievales al ritmo que contaban historias épicas. Mágico.

Finalmente, y tras mucho esperar, le llegó el turno al grupo que todos esperábamos, Saurom, ya con el recinto más lleno, unas 200-300 personas.

Por todos los que alguna vez han visto un concierto de Saurom es sabido que es de los grupos que más espectáculo dan sobre el escenario, y en esta ocasión no defraudaron, al contrario, a base de bengalas, malabarismos, e incluso hadas y diablesas, dieron todo un recital, tocando sus canciones más famosas (El Monte de las Ánimas, La Taberna, Dracum Nocte, Dioses Eternos, De Hobbiton a los Gamos, El Aquero del rey…).

Y como traca final, Saurom invitó a los “elfos” de Wyrdamur a subir a tocar con ellos la canción “La Posada del Poney pisador”, increíblemente espectacular.

El Festival acabó alrededor de las 00:30.

En resumen, para ser el primer Panocho Rock Festival que se organiza, no estuvo mal, quizá la poca afluencia de público en un principio, algún imprevisto con la iluminación y las baterías, pero son cosas que en el futuro se pueden mejorar.